Refugio antiaéreo de Villanueva de Córdoba durante la Guerra Civil
Muchos de los que nos visitan se maravillan de la diversidad de atractivos que tiene esta ciudad y se preguntan el por qué de la existencia de un refugio antiaéreo, un elemento que parece exclusivo de grandes ciudades… Pues bien, bajo la Plaza de España de Villanueva de Córdoba se encuentra el refugio antiaéreo mejor conservado de la provincia, un espacio recuperado ahora para actividades municipales y cómo no, para que ese episodio oscuro de la historia no quede en el olvido.
Durante la Guerra Civil de 1936-1939 la provincia de Córdoba estaba dividida en dos zonas: En la parte nororiental, la República, solo controlaba una porción de la provincia, en la que se incluía la comarca de los Pedroches, mientras los nacionales eran dueños de la parte noroccidental, la zona minera de Peñarroya, y buena parte de la sierra al norte de la capital cordobesa.
Como Villanueva de Córdoba quedaba lejos de la línea del frente entre ambos bandos, su emplazamiento ofrecía cierta seguridad en el conflicto, de ahí que los refugiados de las zonas bélicas, se concentraran aquí llegando a aumentar su población que pasaría de unos 16.000 habitantes a comienzos de 1936 hasta 32.000. Por los mismos motivos, el bando republicano, instaló aquí la mayoría de representaciones y organismos provinciales como, el Gobierno Civil, la Diputación Provincial o el Hospital Provincial. Este hecho convertiría a Villanueva de Córdoba en un objetivo militar para los nacionales y la forzaría a la construcción de un refugio antiaéreo para su protección.
Con la aparición y desarrollo de la aviación desde principios del siglo XX la capacidad ofensiva de los ejércitos se vio incrementada sensiblemente. Así en la primera Guerra Mundial, la incipiente aviación resultó muy útil para el espionaje de la posición y avance del enemigo y para el bombardeo de posiciones estratégicas a larga distancia con una mayor efectividad que lo harían los cañones de la artillería. Lógicamente, para defenderse de los rápidos y mortíferos ataques aéreos, surgió la necesidad de construir refugios antiaéreos para la defensa de la población civil. En la comarca de los Pedroches se hicieron tres refugios antiaéreos: en Pozoblanco, el Viso y Villanueva de Córdoba.
Durante la Guerra Civil alemanes e italianos ensayaron en España; tecnologías, tácticas y prácticas de ‘guerra total’ que luego se emplearon abundantemente en la II Guerra Mundial. Aquí, se probaron modernos aviones capaces de arrojar toneladas de bombas a cientos de kilómetros de distancia sobre diferentes poblaciones civiles, una táctica de ‘guerra psicológica’ con la que se pretendía acabar con la moral enemiga. El propio Conde Ciano, yerno de Mussolini y Ministro de Exteriores italiano durante la guerra española, afirmaba que la iniciativa de muchos ataques aéreos partió de los italianos, a veces sin avisar siquiera al mismo Franco.
Villanueva de Córdoba sufrió bombardeos que ocasionaron al menos ocho muertos, pero, con mucha diferencia, las poblaciones más castigadas por la aviación italoalemana fueron Alcaracejos y Pozoblanco, por estar muy próximas a la línea del frente.
Pero, ¿Cómo fue su construcción? El caso es que pese a ser una obra relativamente reciente, carecemos de la documentación original de la construcción del refugio. El historiador Francisco Moreno Gómez recoge en su libro «Trincheras.» (pág. 427), testimonios de Críspulo Márquez un combatiente de la 63 División que tenía su sede en esta localidad, bajo el mando del teniente coronel brigadista italiano Aldo Morandi, quién fue el que ordenó la construcción del refugio en los primeros meses de 1938. A mediados de marzo de ese año Morandi salió destinado a la División de Maniobras del Bajo Aragón. A cargo de las obras estuvieron los ingenieros militares, aunque también se sabe, por los testigos de aquellos tiempos, que participó personal civil, a cargo del cual estuvo el maestro albañil Francisco Cornelio, e incluso mineros de Linares.