Paraiso natural
Una ruta por la dehesa
Si opta por realizar una ruta por la amplia dehesa, va a tener la ocasión de experimentar sensaciones muy agradables que le alejarán de las rutinas diarias. Serán sensaciones que necesitan analizarse, diferenciando entre los silencios los sonidos de todo un coro polifónico que emite un “concierto campestre” en el que intervienen roce de las hojas de las encinas movidas por el viento, el canto y graznido de las aves, el mugido de las vacas, el balido de las ovejas, el gruñidos de los cerdos, el suave toque del cencerro… todo ello armonizado con el olor de las plantas aromáticas silvestres…al rozarlas mientras pasea por esta dehesa llena de sonidos de vida y de gran diversidad entre: bosques, pastizales, matorrales, cultivos y humedales…que se integran en un ecosistema o mejor agrosistema que se ha mantenido durante siglos combinando sabiamente la conservación de la naturaleza con el aprovechamiento sostenible de sus recursos.
La ganadería constituye hoy el pilar fundamental de la economía de la dehesa, soporte básico de la sociedad rural, basada en razas y especies de elevado grado de adaptación al medio y carácter autóctono
-La cabaña bovina con ejemplares pertenecientes a razas autóctonas, principalmente retinta, avileña, morucha, berrenda, y en ocasiones con toros de lidia.
-Los rebaños de ovejas, con ejemplares de la famosa oveja merina de excepcionales cualidades y probada capacidad de adaptación a este medio natural, productora de excelente leche con la que pueden elaborarse quesos de gran calidad.
-La importancia del cerdo es vital, aprovecha íntegramente los recursos de la dehesa y aporta beneficios económicos para el hombre. De todas las especies domésticas que pacen en la dehesa la única omnívora es la porcina, puesto que, además de frutos forestales, como la bellota, se alimenta de hierba, de restos de cosechas, de raíces y tubérculos que obtiene hozando la tierra contribuyendo a su oxigenación y asegurando la sostenibilidad y conservación de la misma. Esta raza ibérica es la que mejor aprovecha las bellotas y la que mayor capacidad tiene para transformar este alimento en grasa de extraordinaria calidad que pueden apreciarse en sus productos.
La dehesa no es solo un recurso agroganadero sino también cultural, de turismo y recreo, como sinónimo de calidad de vida, y de desarrollo personal, que debemos conservar asegurando la sostenibilidad y conservación de la dehesa y la calidad de los productos como un patrimonio para futuras generaciones, como hicieron los antepasados.