Iglesia de San Sebastián
La iglesia de San Sebastián es un edificio religioso construido en el siglo XVI que tiene una larga historia. Fue una antigua ermita construida en 1585 en las afueras de la población y que hoy se encuentra en el mismo centro de la ciudad. Ha sufrido diferentes reformas, a lo largo de su historia que han modificado notablemente su aspecto. Se cambió el viejo campanario por uno con dos cuerpos con tres campanas. La obra fue costeada por la Hermandad de San Sebastián una hermandad de gran arraigo popular, que tiene documentada su existencia desde finales del siglo XVI en las “Visitas Pastorales” de la época, donde aparecen referencias a la Hermandad de San Sebastián, lo que la convierte, junto a la de la Virgen de Luna, en la más antigua de las que han sobrevivido al paso del tiempo en Villanueva de Córdoba.
Como anécdota conviene mencionar que en 1688, durante una Visita Pastoral del Cardenal Salazar, obispo de Córdoba, ordenó que se devolviera a la ermita de San Sebastián una campana que había sido llevada a la cercana Iglesia de San Miguel Arcángel.
En 1757 se efectuaron obras de reparación en todo el edificio de la ermita y también en la casa del santero.
En julio de 1936, durante los primeros días de la Guerra Civil Española, se utilizó la ermita como cárcel. Todas sus imágenes y altares fueron destruidos.
Fue convertida en parroquia en 1956 y aunque su interior ha sido muy modificado, sigue los esquemas habituales de este tipo de construcciones en los Pedroches.
Se sustituyó la cubierta plana de madera que vertía a dos aguas, por bovedillas de cemento. En la cabecera se le ha añadido una cúpula con linterna, algo excepcional, que no aparece nunca en este tipo de edificios así como tampoco suelen aparecer las cuatro capillas laterales, de planta rectangular, que se abrieron de forma simétrica en los tramos más cercanos a la cabecera. La portada principal, construida en granito, presenta un arco de medio punto con moldura exterior, y por delante un pequeño pórtico de tres arcos peraltados.
En el interior de la ermita de San Sebastián se veneran varias imágenes, entre las que destaca: la de San Sebastián, donada en 1939 por una vecina de la localidad, el Cristo de la Buena Muerte, que preside el altar mayor, tallado en 1955 por Antonio Castillo Ariza, la imagen de la Virgen de la Alegría, del escultor Martínez Cerrillo en 1965, así como la imagen de «la Borriquita», realizada en los talleres de Olot en 1961 y la de San Bartolomé, titular de la hermandad de su nombre en Villanueva de Córdoba.
Esta parroquia es la sede de tres hermandades de la localidad que desfilan en procesión en la Semana Santa Jarota: la hermandad de la Borriquita, la del Cristo de la Buena Muerte y la de la Virgen de la Alegría.